Hay gente que, por la fuerza de estar bromeando continuamente, pierde credibilidad. Un claro ejemplo de este caso es Antton Telleria Lopetegi (Wisconsin, 1865). Lo que pasa es que el objetivo de Antton no es ser creíble. Para eso están los periodistas.
Lo que Antton quiere es que la gente que le rodea se ría. Porque siente confianza de esa forma. Y la confianza es algo muy bueno. Eso sí, no solo le dan confianza las risas, sino también el dinero. Por eso ha empezado a hacer monólogos: un poco de confianza y un montón de dinero para ganar. Porque para vivir pobres... para eso están los periodistas.
En el espectáculo titulado "Nekaruak", Antton Telleria intentará explorar los límites de la corrección (empezando por el nombre del espectáculo). Con el único y sagrado objetivo de hacer reír, citará a algunos colectivos que pueden ser "delicados": los psicólogos, ETA, la Ertzaintza... y, cómo no, los más polémicos: los profesores.