He aquí la penúltima barrabasada de Koji Shiraishi, ese admirador de Brian De Palma y Kiarostami, Carpenter y Gakuryu Ishii (el Gran Señor del Ciberpunk japonés) que un buen día de 2016 se atrevió a filmar Sadako vs. Kayako. Hoy cuenta la increíble pero para nada triste historia de un director de cine agobiado por el peso de su (única) obra maestra, venerada por todos los freaks de los alrededores, que le ofrecen ideas para una segunda parte. De cómo él, su ayudante, un voluntario armado, un semidiós rubio y fumador, una niña a la que van a cortar la cabeza y alguien más acaban en un edificio vacío donde una secta espera el adviento de la Gran Fuerza Cósmica, es algo que no tiene explicación posible. Pero, ¿por qué habría de tenerla?