Son muchas las personas que viven en el mundo y cada uno vemos las cosas con un color diferente, creyendo que nuestro color es correcto y que los demás están equivocados.
Es lo que les pasa a Zuhaitz y a Arbi: No entienden el punto de vista del otro y se ríen.
Pero la vida es sabia y los pone trabajando juntos, convirtiendo lo que en un principio parece un problema en un gran aprendizaje. Mediante el juego, el humor y el respeto, conseguirán ver el mundo arco iris en el que entran todos los colores e ideas.
Haurtxoko Bidebieta, Donostia Kultura